lunes, 17 de febrero de 2014

Ernest y Celestine (2013)


Es infantil, para niños, no para todos los públicos, pero como las buenas obras infantiles está escrita por adultos que saben que los niños no son tontos. Y que hay que contar una historia con principio, desarrollo y final, con sorpresas a cada paso para que no se sepa cómo va a pasar lo que debe pasar.

Es la historia de cómo se conocen y se hacen amigos un oso y una ratoncita, cuando sus respectivas razas, mundos, sociedades, les dicen que eso no puede ser. Está basada en una colección de cuentos ilustrados obra de Gabrielle Vincent, alias de Monique Martin, que dedicó su talento pictórico a realizar una serie de acuarelas exquisitas, minimalistas casi, pero llenas de una fuerza sorprendente, con las que ilustró una serie de libros con anécdotas literarias simples, casi poéticas. Y si en los libros los personajes se conocen de siempre, aquí explican cómo se conocen.

Y siendo como es, terriblemente respetuosa con el espíritu de los libros, toda la película está animada al estilo tradicional, a mano, con un diseño de paisajes y personajes a base de acuarelas y trazos sueltos. Con unos movimientos y una gestualidad muy basada en un humor de cine mudo, tan sutil y tan raro de ver últimamente que casi parece novedoso. Y siguiendo un guión de Daniel Pennac que me tiene maravillado por lo ingenioso que es en muchas escenas y por la forma en que se las arregla para que lo previsible tenga lugar y se desarrolle de forma inesperada, por la manera en que gestos lógicos e inevitables acaban teniendo consecuencias sorprendentes y definitorias para los personajes. Mañana correré a comprar algún libro de este hombre.

Es hora y media de disfrute, llena de sensibilidad, ingenio y clasicismo bien entendido. Pero al ser conscientemente para niños, y no ser guay como una de Pixar, ni estar de moda como una de Miyazaki, muchos adultos que la vean con sus hijos la ignorarán o la menospreciarán, sin darse cuenta de que no se han aburrido en ningún momento. 

Es una película mágica, se titula Ernest y Celestine, pasó sin pena ni gloria las pasadas navidades por los cines y es candidata a los Oscars. Compite con dos películas tan divertidas como Los Croods y Mi villano favorito 2, con una tan comercial y entretenida como Frozen y con una de Hayao Miyazaki, así que no creo que gane, pero es de la única de la que me compraré el DVD (bueno, la de Miyazaki también). Y lo haré esperando que entre los extras se incluya el divertidísimo making off de la película que uno de los directores está publicando en un blog. Se actualiza tres veces por semana y ahora mismo se anda por el storyboard.



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